sábado, 23 de mayo de 2009

Västervik


Arrastraba un sentimiento de pérdida. Tal vez fuese el último viaje por aquel país. Se acomodó en el vagón de la máquina y se dedicó a mirar por la ventana. Una cerca, unos ciervos esquivando unos árboles, un lago y su rostro reflejado en el cristal. Enseguida ató la cartera a su espalda y comenzó a seguir un mapa. Dejó la ciudad a un lado, huyó de la humanidad en busca de ese lugar secreto. Continuó por una carretera hasta que se detuvo en una isla. El bosque únicamente dejaba un sendero estrecho en el mejor de los casos, en otros trepaba por unas piedras para no desviarse. Sus últimos diez meses atravesaron su cabeza. No solo fueron bosques, lagos, nieve y oscuridad, también fue su vida durante esos diez meses. Descansó en una peña a los pies de las olas suaves que entregaba el Báltico. Entornó los párpados y divisó lo que debía de ser la isla de Gotland. Allí, en aquel borrón horizontal, un grupo de hombres danzando tras una guadaña y solo un hombre sepultado. "Vine aquí a danzar con ellos." Nunca estaría más cerca. Emprendió el camino de regreso. De nuevo se acomodó en el vagón de la máquina y cerró los ojos. No volvió a ver aquel país, tan solo hombres danzando tras una guadaña y solo un hombre sepultado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahi tenia que haber ido yo también que pena que tenga el pie lexionado.... :s a ver si en España nos vemos y nos hacemos una buena caminata ^^, como aquel dia en el lago, eso si ya sabes que yo tengo que comer algo cada medio kilometro ^^. Venga julito nos vemos.

Julito "El Gatopardo" dijo...

Mayayín tu no podías venirte porque el viernes tenías que darlo todo. Nos veremos hombre y nos haremos una ruta.

Anónimo dijo...

"Recuerde el alma dormida..."

Désirée dijo...

El chico de la segunda foto estuve el viernes en la biblioteca.
Yo lo ayudé.
Qué pequeño es el mundo :O