domingo, 12 de octubre de 2008

Patriotas


Don Miguel de Cervantes se embarcó en la Santa Sede para participar en la Batalla de Lepanto. Aquella aventura le deparó serias secuelas físicas y algunos años en cautiverio. Luego parió la obra más celebrada de nuestra literatura. Este tipo era un patriota. Dicen que Manolete fue un gran torero, que siempre terminaba redonda su faena y no se le resistía ningún animal, un macho para siempre. Con su muerte en el ruedo pasó a engordar la lista de mitos nacionales, todo un símbolo de raza y cultura, de la nuestra. Este tipo también era un patriota. Carrero Blanco, por entonces presidente del gobierno franquista y símbolo de nuestra historia, un 20 de Diciembre iba montado en su coche cuando esa lacra aún existente decidió acabar con su vida de la forma más espectacular posible. Aquello traumatizó al mundo entero. No en la misma medida que los asesinatos cometidos por el régimen, aquello acojonó de verdad. Este tipo también era un patriota. Mariano Rajoy fue otro presidente de gobierno español. Fue el lider en absoluto de una última cruzada consistente en salvar la patria, un único farol en momentos de oscuridad, un abanderado hacia el sentimiento puro y nacional que debía glorificar a todos los allí abajo nacidos. Creó un movimiento nacionalista. Existían los confundidos, los que creían que eso de los nacionalismos eran cosas de catalanes y vascos, los que jamás sospecharon de españoles. El alto servicio a su país le dio varios sustos, accidentes de aviación, algunas elecciones perdidas, palabras malinterpretadas. Este es de los pocos que se salvaron. Ya no se acuerda casi nadie de aquel 12 de octubre día de la hispanidad, cuando agachó la cabeza en ese desfile tan memorable.