Hoy se cumplen 100 años de la venida al mundo de un ser insólito, de un gran portento que fue y sigue siendo Bette Davis. No era la suya una belleza al uso, ni siquiera estaba su rostro dentro de los cánones que persigue Hollywood, ella estaba por encima de todo eso, como a dos metros de aquellas divas esculpidas en piedra. A través de sus ojos inmensos sobrevivió hasta su muerte en un mundo de continua exigencia, y lo hizo gracias a su temperamento que sobrepasó los platós hasta convertirse en la "reina de Hollywood". Casi dos décadas desde su muerte nos queda una filmografía antológica y una de las más apasionantes historias que encarnizó contra otro portento del momento, Joan Crawford. Lamentablemente solo se pudieron ver juntas en una sola ocasión, "¿Qué fue de Baby Jane?", en una película sin máscarilla, autentica. Dos viejas leyendas retratando su propia destrucción. Rescatemos este cine. Hasta mañana amigos.
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