Conozco las limitaciones de Lorca. Sé que las grandes oportunidades están fuera, en las grandes ciudades españolas, en el extranjero seguro. Las celebridades lorquinas no alcanzan niveles desmesurados, tal vez no respondan a las espectativas deseadas. Todo esto lo sé. Pero también sé que Lorca es capaz de ofrecer más de lo escuchado esta tarde en La Ventana. Nuestra Semana Santa cuenta con un patrimonio insólito para llenar más de media hora de radio sin caer en los tópicos y mofas de un ser superior y consentido. Escuchando a Millás he recordado aquel circo que montaba Sardá cada noche. Millás es un animal de la palabra con doble sentido, del verbo corrosivo que todo lo devora, de la mala intención con mala leche, un peligro comunicativo acertado la mayoría de veces, sin formas otras tantas. Pero Millás se fue y otros vinieron. Y allí solo se habló del pavo, del cine a través de la óptica de un gran trabajador al que todos debemos más de una emoción, de los logros rockeros de un lugareño y del agua. Para mencionar a personas reconocidas tuvimos que viajar a la vecina localidad de Águilas y el momento más solemne vino de manos de inmigrantes bien acertados. El único discurso salvable lo fabricó un alcalde de enorme palabra pero de adormecido impulso. Apago la radio a 4000 km y tengo la impresión de ser un pueblerino, un camorrista del bando azul deseoso de comerme el pavo y de vaciar gutifarras. Esto, o que hace demasiado tiempo que confié mi oído a una mujer sin escrúpulos. No hay quién me entienda.
viernes, 7 de noviembre de 2008
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2 comentarios:
De dioses, en este caso diosas, estamos artos,no me valen disculpas por llamarnos lorquianos, en todo caso agasajo por confundirnos seguidores de Lorca.Una profesional debe saber, o al menos enterarse del gentilicio de la localidad a donde vas a hacer un programa, que menos...., asi que no tomemos disgusto esto es lo que hay, los pueblos o en este caso las ciudades no alcanzan la categoria suficiente para que se les estudie o se les conozca a la hora de hacer un programa a nivel nacional, tambien existe la posibilidad que los profesionales locales no lo son tanto.
No tuve la oportunidad de oirlo entero, estaba trabajando, pero la parte que aprecié solo hablaba de gente sencilla, y no hay nada malo en ser de esa forma "pueblerino", es una palabra que puede ser despectiva, claro..., pero en los pueblos hay gentes que pelean por sus ilusiones, gentes que las realizan. Con su filosofía de la vida, muy particular, no se achatan y contestan con su normalidad de cada día. Besos. Abrigate que debe de hacer mucho frio ya. Tu tia.J.J.
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