Nash, el dilema del prisionero y las primarias americanas

Ayer estuvo John Nash en Madrid con motivo de unos premios para personas con deficiencias mentales. El matemático saltó a la fama para el gran público debido a esa película tramposa de Ron Howard, "una mente maravillosa", inspirada en su vida. Pero más que en su vida se podría decir que en su esquizofrenia porque la matemática de la película se limita a explicar "la teoría de juegos" en su primera parte de metraje por la que obtuvo el Nobel de Economía. Cuando fui al cine en el año 2001 a verla recuerdo salir de la sala bastante defraudado. Por aquel entonces las matemáticas y la ciencia en general eran un ideal de vida para mi. Pero ese actor, tan bien solo a veces y odiado en otras muchas, consiguió rebotarme con una interpretación contrahecha. Y pensé que la vida de este tipo daba para otras historias y para otros registros y lo mandé todo a hacer leches. Aunque hoy es un referente para el retrato de dicha enfermedad la cinta está algo sobrevalorada.

En su intervención en Madrid el anciano John comparó el "Dilema del prisionero" con las primarias americanas entre Obama y Clinton. Según él al competir estos dos candidatos por el puesto demócrata para optar a la presidencia en las próximas elecciones se están obstaculizando. El resultado podría ser terrible pues el electo republicano aprovecharía las tensiones entre ambos y se haría con la presidencia. Esto no es más que otro ejemplo del citado dilema. La solución es que Obama y Clinton se asocien, que uno sea presidente y el otro vicepresidente. En definitiva, que la carrera política es odiosa y que uno puede verter miseria incluso en su propia casa. Ya veremos si se llegan a cumplir las visiones de Nash. Hasta mañana amigos.