martes, 4 de marzo de 2008

París


Mi buen amigo Pablo ha estado este puente de su Andalucía en París y ha cumplido con mi encargo que ahora no puedo revelar. Hemos estado hablando en clase de esta ciudad y se me ha poblado la cabeza de recuerdos. De aquel viaje de estudios en 1º de Bachiller y sobre todo el muy reciente en Navidad con la espedición valenciana. De este guardo lugares más particulares, presté menos atención a lo eternamente vendido, con un momento que parece haberse clavado en mi memoria. Allí estuvimos mi hermano y yo tras algo más de una hora de búsqueda en un ambiente tétrico pero a la vez cercano, rodeados de las tumbas de creadores que han marcado nuestra forma de mirar el mundo como Truffaut, Ampère, Offenbach o Zola. Al salir del Cementerio de Montmartre mi cabeza estaba en otro mundo, sobre salas de cine, fórmulas, pentagramas y páginas cuando en la gran avenida del Molino Rojo las señoras de la calle nos asaltaron con su trabajo. Volví de nuevo a la tierra en un contraste de sensaciones. Y es que París es capaz de enfrentarte con solo cruzar una calle. También estuvo presente el Mayo del 68, por supuesto memoramos secuencias irrepetibles de la historia del cine como Irma la Dulce, y muchas risas y ausencias. Un detalle, en Notre Dame vimos a José Luis Garcí. Viajen a París, merece la pena y mucho. Hasta mañana amigos.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantó París. Sobre todo sus barrios, sus ambientes, sus habitantes, lo cosmopolita que es, lo limpia que está, el ambiente joven que se respira. Dejando un poco de lado los edificios imperialistas, gigantescos y apoteósicos, me quedo con plazas, calles estrechas, casas, tienduchas...el pateo...Vas a París y te planteas dar un cambio en tu vida, dejarlo todo por Paris

Julito "El Gatopardo" dijo...

Todo eso es cierto Pablito. A mi me dio una sensación de que en París todo estaba hecho y que faltaban muchas cosas en España por hacer. Añoro sus aires revolucionarios, sus tendencias que marcan al mundo y el tener un amigo allí al que poder visitar. No para vivir pero si para aclarar la vida. Volveré