lunes, 9 de febrero de 2009

Alvaro vía Roma






Colgó el teléfono y acudió a refugiarse entre las sábanas. Aquella visita le asestó un golpe directo a la memoria. No podía dormir, ni siquiera cerrar los párpados. En la oscuridad aullaba todo lo que le había llevado a esa cama. Primero fue su madre hablándole de los fríos nórdicos, más tarde ese director introspectivo, luego llegó Granada, sobre todo llegó el colegio. Desde que se cruzó en el pasillo de la habitación 335 con el muchacho de los ojos azules supo que había encontrado a un compañero. Le resultó un ser cercano, tal vez un conocido de siempre de esos con los que no se recuerda el momento del chispazo, uno de los pocos de su tierra. Vinieron botellones, con el tiempo cervezas con sus tapas, no demasiadas, golferías de noche caída, conversaciones en los cuartos, pocas veces en el suyo, un desastre de cuarto, políticas enfrentadas, alguna vez el cine, jamás los toros, disputas con los curas, todos los amigos que allí dejaron, la familia ciertos domingos, amores que se van, otros que se quedan, ellos dos sobre cualquier cosa. Por un momento volvieron a sus cuartos de entonces, a ese salón enredados en alguna disputa, a las comidas a las 2 en punto de la tarde, a reírse de las historias después de la última noche, volvieron a su Colegio. Y volvieron a amanecer en distintos países.

4 comentarios:

AML dijo...

recordaré este viaje siempre!!

YES WE CAN!!

euro_fran dijo...

hola julito me llamo francisco y soy d alemria, quisiera saber si pudieras ponerte en contacto conmigo para q me explicases q tal es la vida en likoping ya q en breve voy a ir unos dias d visita.t dejo mi mail:
fran_bayo@hotmail.com
espero vernos pronto por aqui y me explicas,muchas gracias!!!

Anónimo dijo...

¡Que bien vivís señores Erasmus!

Julito "El Gatopardo" dijo...

Lo dice uno que lo ha vivido ¿verdad Jose?