martes, 24 de junio de 2008

THE END


Suelo ser muy metódico en mis paseos por las calles granadinas, siempre por callejuelas, nada de grandes avenidas con avalanchas de hombres programados. Y así cada mañana, voy y vuelvo a la facultad por esa especie de laberinto intercultural que todo lo conecta. A pesar de la incertidumbre del posible espectáculo de ciertos viandantes, el paisaje suele ser una repetición de abruptos trazados, con pequeñas viviendas, en ocasiones de edificios de no muy elevada altura y toda una hilera de menudos comercios, librerias, encuadernadores, textiles, cafés y un largo etcétera artesanal. Siempre me detenía ante un anciano inmueble de quebradas palabras "Goya Cinema". Era un armatoste en ruinas, con paredes negruzcas y con varias familias de gatos devorando sus entrañas. No conocí este cine en vida pero a su paso volvían a mi memoria imágenes del aquel "Cine Cristal" lorquino, sus mañanas de domingo evitando inaguantables sermones divinos, tardes de viernes y sábado bien acompañado, colas demasiado largas, niñerias en la tienda de golosinas. Allí asistí a películas como "Los inmortales" y "Los cazafantasmas" que me niego a revisar para conservar intacta mi imaginativa cabeza infantil, o "L.A. Confidencial" que veo siempre que puedo. Pero un día una máquina desplomó ese fenómeno de infinitas imágenes y todo quedó sepultado en polvareda y arrumbamiento. Esto ya lo divisamos en la llorona y a veces interesante "Cinama Paradiso". Tal vez el Cristal la proyectó, yo no lo recuerdo, una especie de visión de su propia muerte, un deja vu. Paseo por Lorca, por donde antaño habitaba esta maravilla del recuerdo, y observo una tienda de moda y otra de bragas con un catálogo de jovencitas luciendo sus tipos, miro hacia arriba y apenas me llega la vista para leer el rótulo de una clínica de estética. No he vuelto a sentir ese desenfreno caminando por la calle cristal, ni sabiendo que tras unas cuantas paredes una jovencita elige sus bragas. Vuelvo a Granada y sigo mi camino, quien sabe, puede que despues de tanto tiempo mi madre no me mande más calzoncillos. Hasta mañana amigos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJA, Que bueno, recuerdo esos domingos por la mañana, la sala llena de niños, dificil ver la pelicula, pero tenia su gracia. Tambien recuerdo mi última pelicula " LA CASA DE LOS ESPIRITUS", con Meryl Streep, Jeremy Irons, Glenn Close, Winona Ryder y Antonio Banderas. Un gran reparto. En fin que recuerdos.
GERMAN.

Julito "El Gatopardo" dijo...

Ahora no hay nada parecido porque las multisalas le restan encanto al cine. Yo no solía enterarme de ninguna película porque las niñas de las monjas requerían de toda mi atención, eso cuando no iba con vosotros y me sentía mayor. Fijate, toda la vida soñando con sus faldas y ahora que ponen una tienda de bragas prefiero seguir soñando. La magia del cine supongo.