viernes, 9 de mayo de 2008

Cartas a mama desde el infierno


En uno de los pinchos del parque de Luxemburgo, muy cerca de la Sorbona, colgaba esta Navidad una fotografía de Ingrid Betancourt. Esa mirada perdida en su memoria, ese cuerpo escuálido de miseria sin un gramo de esperanza, esa melena salvaje testigo de un tiempo demasiado extenso, esa putada de letargo oprimida en lo profundo del pulmón terrestre, me dejó traspuesto, me acompañó todo el viaje y a los recuerdos que a él me unen. Pero como suele pasar, tu vida sigue y olvidas pronto.
Paseando por una librería, sin intenciones, por el simple gusto de ojear, encontré un pequeño libro con la portada de aquella imagen. "Cartas a mamá desde el infierno". Se trata de una carta escrita por Betancourt en cautiverio a su madre, y de la posterior respuesta de sus hijos. Es un sincero testimonio de las posibilidades físicas, de la flaqueza humana. La criatura se agarra a Dios y a sus gentes, y a una radio intermitente donde diariamente escucha mensajes de ánimo, pequeñas palabras que para ella lo son todo. Esto no está contado desde las tripas, apenas tiene, lo está desde una sangre que se agarra a una tierra demasiada húmeda, que ahoga. A parte del desgarrador mensaje, la buena literatura de sus hijos, y sobre todo, la conciencia de lo podrida que está latinoamérica, Colombia, y la falta de compromiso de los poderosos a nivel mundial. "Lean este libro. Léanlo bien. La voz que les habla los mantendrá despiertos toda la noche". Su lectura no va a salvarla, pasaría toda mi vida haciéndolo si me lo asegurasen, pero puede hacernos entenderla, es una actitud moral. Hasta mañana amigos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Si ya llevará varios años muerta!!!!

Julito "El Gatopardo" dijo...

Eso lo saben muy pocos.Allí hay gente secuestrada desde el 97. Menuda faena.

Anónimo dijo...

Yo aun mantengo la esperanza, peor en el caso de que siguiera viva y que la liberaran, le han marcado de por vida, nunca volverá a ser la misma, es algo muy triste.

Anónimo dijo...

Ha sido liberada!!! Nunca se puede perder la esperanza.