Skavsta no es solo un aeropuerto.
Skavsta es una puerta abierta y otra cerrada. También es una fecha escondida en la cabeza. Un día y una hora. Final. Mucho antes fue comienzo. Ahora es ensueño.
Skavsta son hombres de paso, viajeros que callan refugiados en pasatiempos, estatuas de la abstracción. Un último capítulo, el periódico de la basura, un mensaje de texto, una cerveza, los restos de la nevera, ojos que bostezan.
Skavsta es una mujer que no llega, un beso robado, una cama deshecha, alguien que ya no suspira, alguien que tan solo espera. Un avión que aterriza, un vuelo se levanta, Europa en una pantalla, matrices. Son equipajes, regalos, proyectos,
desamores.
Skavsta son los amigos, la familia, fantasmas. Es la nieve de fuera con sus bosques, son las colas de dentro.
Skavsta soy yo que aguardo. Tu y yo, nosotros. 4000 km.