
Aquella noche un chico se detuvo entre bastidores en el
Gate Theatre de
Dublín. Apenas un minuto para entrar en escena. Sintió una bestia devorando su estómago. Mucho después aterró a toda América con una adaptación radiofónica de
La guerra de los mundos y se enamoró de
Rita Hayworth como tantos otros.
Orson welles nació en un teatro. Aquella tarde un joven caminaba por una calle de
Broadway. Había sido muchas cosas sobre un escenario pero nunca un personaje de
Tennessee Williams. Sintió una bestia
devorando su estómago. Años mas tarde sostuvo el cadáver de
Julio César y terminó atormentado en un apartamento de París.
Marlon Brando nació en un teatro. Aquella noche debió de ser la última. Vio su rostro demasiado viejo reflejado sobre el espejo de su
camerino. Sintió una bestia
devorando su estómago. Fue
Maxim De Winter entregado al legado de
Rebeca y un confundido
Craso en ese milagro que es
Espertaco.
Laurence Oliver nació en un teatro y murió sobre él. Un ser anónimo recibe una llamada telefónica. Es su hijo para desearle suerte en la función de esta tarde. Jamás se subió a un escenario, ni tuvo una vida pública. Se le vio sentado en algún cine ante películas de
Welles, Brando y Oliver. El también sintió una bestia
devorando su estómago pero no nació en un escenario. Tan solo pasaba por allí.

2 comentarios:
su hijo le dio buena suerte ,quizás porque se la merecia, todo ha salido muy bien.Prueba superada.
pac
gracia...
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